Desertar del régimen norcoreano se paga con la muerte o una larga estancia en los campos de concentración. China, amiga de Pyongyang, devuelve a los que captura. La gente lo sabe y por ello son muy pocos los que se aventuran a huir, pese a la dureza de las condiciones de vida en el país más aislado del planeta. Además, el continuo lavado de cerebro del régimen, como reconoce Gang Na-hyun, impide a los norcoreanos darse cuenta de sus miserias. Tiene 39 años y en el Norte fue profesora de literatura coreana. Reside con su marido y su hijo de 13 años en Seúl desde 2006 y acepta la entrevista tras pedir que se modifique su ciudad de origen y que no se la fotografíe de cara, porque teme por su familia que sigue allí.
Link Noticia Completa:
http://internacional.elpais.com/internacional/2011/12/30/actualidad/1325272682_057239.html