Todo comenzó como una broma, pero por unos minutos interminables se temió lo peor. La escena grabada por las cámaras de seguridad de una lavandería pública de Washington parecía común y corriente en principio: una pareja lavando su ropa y su hijo de dos años revoloteando inquieto a su alrededor. Hasta que al padre se le ocurrió poner al niño dentro de la secadora y cerrar la puerta, sin saber que la máquina comenzaría a funcionar automáticamente.
Ver vídeo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario